6 claves para que una ruta gastronómica tenga éxito
Siempre supone una “aventura” iniciar o poner en marcha una ruta gastronómica, la incertidumbre de lo desconocido y el riesgo a equivocarnos, nos llevará a preguntarnos una y otra vez si estamos utilizando las herramientas y/o las claves necesarias que nos garanticen el éxito.
La experiencia que me ha proporcionado el haber puesto en marcha algunas Rutas Enogastronómicas (6 ediciones de la Ruta del Mosto de Sanlúcar y otras 6 de la Ruta de la Manzanilla de Sanlúcar) me ha llevado a identificar y a conocer las verdaderas claves para conseguir que tengan un resultado exitoso.
1.- La diferenciación o singularidad
2.- La calidad de la materia prima
3.- La comunicación
4.- La autenticidad de su gente y cultura
5.- Las experiencias y sensaciones
6.- La pasión
1.- La diferenciación: en primer lugar tenemos que diferenciarnos de otras iniciativas que se hayan puesto en marcha en ciudades del entorno y/o con la misma filosofía. Para ello debemos tener uno o varios elementos claramente diferenciadores, puede ser el maridaje de los platos con un vino singular o único del territorio, la Manzanilla para el caso de Sanlúcar, la Tintilla para la ciudad de Rota, o el Moscatel para Chipiona.
Esta singularidad resalta y aporta el interés para significarse en los medios de comunicación y ganar el necesario protagonismo que nos distinga.
2.- La calidad de los productos y la materia prima: por mucho adorno o empeño que pusiéramos, sería tremendamente difícil conseguir el éxito de una Ruta Gastronómica sin contar con una materia prima de calidad. En el caso del territorio más cercano, disfrutamos de unos magníficos productos de la mar y de la huerta, tales como los langostinos, rapes, salmonetes, atunes, patatas, tomates, cebollas, etc., con los que garantizar la satisfacción de los paladares más exigentes.
3.- La comunicación: cuantas veces hemos escuchado “lo que no se conoce, no existe”, gran verdad, de ahí la importancia de una buena comunicación y la promoción de nuestra Ruta. La presencia en distintos medios de comunicación (prensa y radio) dependiendo del presupuesto es importante, pero lo que realmente abre un amplio abanico de potenciales clientes y visitantes es la presencia en Internet a través de una web bien posicionada y de las redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram. Una buena guía o pasaporte en formato papel serán el complemento perfecto para asegurarnos una completa comunicación y promoción de la Ruta.
4.- La autenticidad de su gente y cultura: parece contradictorio, pero en esta sociedad tan globalizada y digitalizada, lo que realmente mola es lo auténtico y cada vez buscamos y ahondamos más en las raíces, en la cultura y en la esencia de los pueblos. Las ciudades que hayan sido capaces de mantener la idiosincrasia de sus gentes, sus costumbres y modos de vida, tendrán una ventaja competitiva respecto de aquellos otros municipios que se hayan convertido en impersonales y estandarizados.
Es por ello que una Ruta gastronómica que se organice en una ciudad pesquera, agrícola, vitivinícola y monumental, es capaz de por sí sola de narrarle al visitante esas historias que gustan conocer y que hablan de la autenticidad, de la esencia y del origen de los pueblos y sus gentes.
5.- Las experiencias y sensaciones: el turista en general, y en particular quienes decidimos realizar una Ruta gastronómica estamos deseosos de disfrutar de nuevas y buenas experiencias que nos hagan sentir sensaciones singulares y/o únicas. Las sensaciones que sentimos al adentrarnos en una ciudad que es un Parque Natural del Vino y la Gastronomía, donde nos identificamos con el entorno hace que el disfrute y la experiencia tenga un valor añadido difícil de igualar.
Vivencias y sensaciones son lo más importante, pero si hablamos de gastronomía tenemos que multiplicar por varios enteros el efecto que hayan sido experiencias totalmente satisfactorias.
6.- La pasión: he dejado para lo último, al clave quizás más controvertida y que puede dar lugar a discrepancia ya que se trata de algo intangible, algo que no podemos ver ni tocar, la pasión. En todo proyecto, en toda iniciativa y en toda Ruta gastronómica, para conseguir que sea todo un éxito, además de los ingredientes mencionados en los puntos anteriores, hace falta ponerle mucha pasión, confianza y sentimientos por lo que hacemos.
La pasión es una emoción intensa que engloba el entusiasmo o el deseo por algo, por ello es esencial a la hora de organizar una Ruta gastronómica que pongamos toda la fuerza, todo el sentimiento y toda la pasión que llevemos dentro.
La Ruta gastronómica tiene mucho que decir como parte del citymarketing y el reconomiento gastrosocial. ¿Te atreves a decirnos su importancia y relación? Puedes dejarnos tus comentarios.